Esta es mi primera entrada en mucho tiempo, antes, cuando era más niña, solía escribir hojas enteras, con el tiempo lo dejé de hacer, no quiero pensar que he perdido la inspiración, así que decidí retomarlo, ya que estos días están siendo tan duros de llevar, finalmente lo que tengo es qué contar...
Recuerdo cuando navidad era sinónimo de emoción y alegría, de calor de hogar, de compras y cosas nuevas, de comer rico y bailar. Hace muchos años mis navidades son diferentes, obviamente por que ya no soy niña, los regalos y todo esto ahora los compro yo para mi hijo, aunque igualmente disfruto su emoción, así me diga, mami no escribas en la tarjeta "Del niño Dios para", ya que el niño Dios no existe, esto lo compraste tú... ja cierto ... pero él me ayudó a poderlo comprar! Navidad para mí, si no fuera por mi hijo Sebastián, no significaría nada más que una fecha comercial en la que la gente se desmanda haciendo compras y reuniéndose en familia a decirse "te quiero a pesar de..."
Yo debería estar feliz, pero estos días, tristes son, sin embargo la navidad es lo que uno decida y si me vuelvo The Grinch quizás mi hijo no la pase tan bien! así que haré un gran esfuerzo por no pensar en cosas que no sirven y deleitarme con su sonrisa, quizás una de las cosas que más me gustan en la vida, ver su sonrisa!
Todos tenemos algún motivo para ser felices, así que esta es una invitación a que guarden sus motivos para ser tristes y, ya que pronto será Navidad, recuerden los que tienen para ser feliz y aunque hayan navidades tristes y navidades alegres, hagan de su navidad algo mejor, por ejemplo cocinen lo que más les gusta comer! y coman hasta estallar, beban un poco ja, yo no puedo por que ahora espero un bebé, pero ustedes que pueden beban, con moderación y pásenla bien... ;)
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