Isolda

Mandala 19/05/2011

Estuve en un círculo de mujeres, eramos 7, todas muy distintas, pero todas mujeres.

Para distensionar un poco el cuerpo y la mente, la guía puso música y nos dijo que movieramos y relajaramos todas nuestras articulaciones, nos paramos y con los ojos cerrados comenzamos a movernos al son de la música, yo no pude evitar abrir un poquitititititito un ojo y ver a las otras féminas del grupo cómo se movían, y me dio risa, pero no de burla sino de complicidad.

Luego, nos volvimos a sentar y contamos cada una como sintió eso, pues hablaba la que quería hablar, yo, no tenía muchas ganas de decir nada, pero como raro, terminé hablando como cotorra. Les conté que al principio me había sentido rara, pues no es nada común para mí ese plan, pero que luego, me sentí bien, que abrí un ojo un poquititito y las ví danzar al ritmo de la canción como cada una le decía a su cuerpo y que eso, me dió risa, porque yo lo hago aveces, sola, en mi casa, y ver a otras en ese mismo plan, fue... no sé como decirlo, divertido.

Luego, escuchamos algunos poemas de Gioconda Belli, muy sentidos, me llegaron al alma,

no sabía cuan disgustada estuve en algún tiempo con mi feminidad y "brindamos" con pétalos de rosas al rededor de la mandala que había en el círculo, por las cosas que cada una quisiera honrar del ser mujer.

Yo honré 5 cosas: la capacidad de perdón, la capacidad de amar, la de compartir, la de entender a otras de nuestro mismo género y por último honré a mi madre y le pedí perdón por las lágrimas que le he hecho derramar.

Nos tomamos luego de las manos pensamos en las mujeres que mas quisieramos y les enviamos nuestro amor y fuerza (primero pensé en mi madre y luego en mi hermana) las dos mujeres que Dios puso a mi lado y que están unidas a mí no solo por sangre sino por la experiencia de vida que cada una me ha enseñado.

Luego... un break!!! mmmm aguapanela con almojabana y fresas, yo me comí casi todas las fresas, al final todas otra vez alrededor del círculo y yo comiéndome las fresas, luego prendimos velas y seguía sintiendo lo fuerte que es ser mujer.

Al final, si queríamos podíamos escoger una carta, en busca de una respuesta o solo si queríamos saber algo, podíamos escoger cualquiera del círculo, yo mire hacia varios lados, me senté al frente del oriente sin saberlo, pero por ahí nace el sol me dijo la guía; y muy instintivamente estiré la mano para escoger una carta, pero estaba en frente de otra chica y pensé: "mmm no, esa es de su partecita de cartas" y lo dudé, estiré la mano dudando, pero luego dije: pero si esa es la que quiero!!! y la cogí. Mi pregunta fue clara, ya que luego de otra actividad anterior a la carta, que consistía en decir qué era lo que más queríamos hacer por nosotras mismas, o qué estábamos haciendo o qué habíamos hecho, mis respuestas fueron claras también y me llevaron a hacer la pregunta a la carta.

Pregunté por mi hijo, pregunté si la decisión que había tomado era la correcta, si había tomado el camino correcto al alejarme de mi hogar, porque siempre he sentido que traicioné a mi hijo.

Y la carta que me salió fue

(eran solo cartas de mujeres, diosas) porque este circulo en esta ocación en especial, consitía en honrar a la mujer

en primer lugar honramos a la madre naturaleza (yo le pedí perdón por tratarla mal aveces y le agradecí por hacerla mi casa)

bueno la carta que me salió fue la diosa Isolda

ISOLDA

Amor imperecedero

"El amor que habeis compartido es eterno, sin importar la situación"

Mensaje de Isolda: Cuando se refiere a asuntos del corazón, tu ayuda está aquí. Esta todo alrededor de tí. en tu interior. Tu sabiduría interior puede parecer silenciada por algún dolor que sientas. Aún así, puedes esta seguro de que la curación por la que atraviesas es veloz y eficiente, y estás sanando realmente de dentro afuera. Primero, tu corazón debe sanarse de su dolor, soledad y cualquier sentimiento de traición.

Esto puede llevar algún tiempo, sé paciente contigo mismo. Trátate como tratarías a cualqueir persona convaleciente con prudencia, gentileza y ternura. Después hazte salir al mundo - no severamente, sino con salidas a parques, bosques, y similar, que son escenciales para iluminar tu perspectiva. La naturaleza es la gran sanadora, por eso estoy frecuentemente entre las flores y los árboles. Aunque puedan parecer callados, son muy habladores cuando respiras y simplente ingieres sus tonos magicos de conversación Pasa tiempo entre bosques y árboles, plantas y animales, y te afianzarás en este planeta. Revivirás tu sentido del espíritu, y tu desdeo de andar entre los vivos de nuevo. Te prometo que tu corazón se recuperará y que ayudarás a otros en este sentido en el camino.

He dicho. Amén.