Le contaba a Fabián que anoche vi un rato televisión, para estrenar un televisor que me regalaron en estos días. Puse un programa llamado Tabú, del canal NatGeo, y justo se trataba de un torero mexicano... hace mucho no veía televisión y mucho menos algo relacionado con la tauromaquia. Caí en cuenta de que tal es mi rechazo hacia esa práctica ancestral que me había alejado de cualquier imagen, video o información que tuviera que ver con ello. Y me han hecho llorar esas imágenes con las que estrené el bendito televisor...
Me conmueve mucho el sufrimiento de los animales, y no podía dejar de pensar en que si alguien le hiciera algo parecido a Levin, mi felino parcero de apartamento, yo sufriría tanto o más que el propio minino... es algo que no tiene perdón.
A Fabián le encanta la tauromaquia, entonces le conté todo esto y le dije: “con todo el respeto que la tradición me merece, pero eso es una salvajada.... ... es como lo que te he dicho en otras situaciones... puede ser que uno tenga muy arraigadas cosas de crianza, de cultura, pero por eso uno se convierte en adulto y estructura el criterio.... para reflexionar... y mantener o desechar... no todo lo que a uno le enseñan de niño o aprende culturalmente es bueno... como la concepción del amor...”
Eso es lo que creo...
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